22/1/08

CUATERNARIO

El cuaternario es en la ordenación lo que el tetramorfo expone en el plano místico; sí no cabe identificación, sí correspondencia y analogía. Se fundamento en el cuatro. Platón dijo: “El ternario es el número de la idea; el cuaternario es el número de la realización de la idea”. Por esta causa, el ternario se halla situado en la vertical (tres mundos, tres niveles), mientras el cuaternario se halla dispuesto en la superficie, en el plano que pasa por el nivel central, es decir, por el mundo de lo manifestado. Por ello el cuaternario corresponde a la tierra, a la organización material, mientras el tres expone el dinamismo moral y espiritual.

Escribió Cartario “Las figuras cuadradas de mercurio, que sólo tenían la cabeza y el falo, significaban que el sol es el jefe del mundo, el sembrador de todas las cosas; incluso de los cuatro costados de la figura cuadrada, designan lo que significa el sistro de cuatro cuerdas, dado a Mercurio, es decir, las cuatro partes del mundo o, de otro modo, las cuatro estaciones del año…”
En evidente conexión con dichos “hermes” están

- las figuras de Brahma de cuatro rostros, de la india, correspondientes a los cuatro Kumaras, que entre los persas son cuatro ángeles, en relación con las cuatro estrellas denominadas “reales” del firmamento: Aldebarán, Antares, Régulus y Fomalhaut, dispuestas en los cuatro signos fijos del zodíaco: Tauro, Escorpio, leo y Acuario.
- El símbolo de ,los cuatro ríos del paraíso, que nacen al pié del Árbol de la Vida (eje del mundo)
- Los cuatro puntos cardinales que, según el Zohar, corresponden a los cuatro elementos y a todas las formas que revisten el aspecto de la cuaternidad

Las correspondencias más interesantes del cuaternario son las siguientes:

- Este (primavera, aire, infancia, amanecer, luna creciente)
- Sur (verano, fuego, juventud, mediodía, luna llena)
- Oeste (otoño, agua, madurez, atardecer, luna menguante)
- Norte (invierno, tierra, vejez, noche, luna nueva)

Bachelard cree en la relación de los temperamentos con los cuatro electos que acaso pudiera establecerse así: aire 8anguíneos); fuego (nerviosos); agua 8linfáticos); tierra (biliosos).

La importancia del cuatro tiene además un fundamento estadístico; el cuadrado es la forma más utilizada por el hombre o, en su defecto, el rectángulo. Según la concepción hindú, la idea de totalidad está ligada íntimamente al número cuatro, en coincidencia con Platón.

Jung se ha interesado profundamente por el simbolismo de la cuaternidad y a su imagen ha constituido la organización de la psique humana, dotándola de cuatro funciones: percibir, intuir, sentir y reflexionar. Sitúa éstas en los cuatro extremos de una cruz y supone que las tres colocadas a izquierda, derecha y arriba son concientes, mientras que la cuarta es inconciente (reprimida). En similar disposición y organización cuaternaria aparecen los componentes principales, arquetipos, del ser humano: Ánima, Sombra, Yo, Personalidad, en derredor del Selbst o “Dios en nosotros”

Podemos situar las fases de la operación alquímica en un orden cuaternario; de lo inferior a lo superior: negro, blanco, rojo, oro.
Las pulsiones de Diel pueden también ordenarse por el mismo esquema; pues si sólo menciona tres: conservación, reproducción, espiritualización (evolución), es porque la función oculta, en ese caso, es la tanática.



Fuente: “Diccionario de símbolos”, Juan Eduardo Cirlot, Ed. Labor