27/3/09

SECRETOS DE LA FLOR DE ORO 4 / TAO

La enorme dificultad que presenta la traducción de este texto y otros similares consiste en que el autor chino parte siempre de lo central, es decir, de lo que designaríamos como cima, meta o penetración más profunda y última; algo, en consecuencia, de tal manera pretenso, que un hombre con in¬telecto crítico tendría la sensación de hablar con arrogancia ridícula o pura insensatez si se animara a pronunciar un dis¬curso intelectual sobre las experiencias anímicas más sutiles de los más grandes espíritus del Este. Así, nuestro texto comienza: "Lo que es por sí «mismo se llama Tao". Y el Huí Ming King empieza con las palabras: "La esencia y la vida son el más fino secreto de Tao". Es característico del espíritu occidental que no posea absolutamente ningún concepto para Tao. El signo chino para Tao está compuesto del signo para "cabeza" y del signo para "ir". Wilhelm traduce Tao por "sentido", otros por "camino", por ^providencia" y hasta, como jesuitas, por "Dios". Esto muestra la dificultad.
"Cabeza" podría indicar la conciencia(2), "ir" el "dejar ca¬mino atrás". Según esto la idea sería: "ir consciente" o "ca¬mino consciente". Concuerda con ello que se emplee como si¬nónimo de Tao a la "Luz del Cielo" que, como "Corazón del Cielo", "mora entre los ojos". Esencia y vida están contenidas en la Luz del Cielo y son, según Liu Hua Yang, los secretos más importantes de Tao. Ahora bien, la "Luz" es el equivalente simbólico de la conciencia, y la naturaleza de la conciencia es expresada por analogía con la luz. El Huí Ming King es in¬troducido por los versos:
"Si quieres consumar sin efluxioncs el cuerpo diamantino, debes calentar expresamente la raíz de la conciencia. 3 Debes iluminar la tierra beatífica, constantemente próxima, y ahí dejar siempre residir oculto tu verdadero yo".
Estos versos contienen una especie de instrucción alquímica, un método o un camino para la generación del "cuerpo diamantino" que es también dado a entender en nuestro texto. A ese fin se tiene necesidad de un "calentamiento", o sea, una elevación de la conciencia, para que sea "iluminada" la morada de la esencia espiritual. Sin embargo, no sólo la conciencia, sino también la vida, debe ser elevada. La unión de ambas produce "vida consciente". Según el Huí Ming King los antiguos sabios sabían cómo suprimir la separación entre conciencia y vida, pues cultivaban a las dos. De esta manera se "hace fundir la Schéli (el cuerpo inmortal) y así se "consuma el gran Tao".
Guando concebimos a Tao como método o como camino consciente, que ha de unir lo separado, puede que hayamos llegado bien cerca del tenor psicológico del concepto. De to¬das maneras no se puede entender, como separación de conciencia y vida, sino lo que más arriba llamé desviación o desarrai¬gamiento de la conciencia. Se trata también sin duda, en cuanto a la cuestión de conciencializar los opuestos, de la "reversión", de una nueva unificación con las leyes de la vida inconscientes, y el objeto de esa unificación es el logro de vida consciente; expresado a la manera china: producción de Tao.

1 Comparar Liu Hua Yang: Huí Ming King. Das Bnch ron Bcwssfscin muí
Lcbcií. Chinesisohc Bláttcr, Vol. 1, parte 3, editado por R. Wilhelm.
2 La cabeza es asimismo la "sede de la Luz del Ciclo".

2 comentarios:

  1. Un resplandor de Luz circunda el mundo del espíritu, se olvida uno a otro, quieto y puro, por completo potente y vacio. Lo vacio es traslúcido por el fulgor del Corazón delCielo. El agua de mar es lisa y refleja en su superficie la Luna. Las nubes se atenúan en el espacio azul. Las montañas lucen claras. La conciencia se disuelve en el contemplar. El disco de la luna reposa solitario

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Verónica DAgostino
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