Círculo mágico de Mandala
(Sanskrit)
En Jung, el símbolo del centro, de la meta, o del uno mismo como totalidad psíquica; uno mismo-representación de un proceso psíquico del centro; producción de un nuevo centro de la personalidad.
Esto es representado simbólicamente por el círculo, el cuadrado, o la "cuaternidad ", por los arreglos simétricos del número cuatro y sus múltiplos.
Mandala perturbador:
Cualquier forma que se desvía del círculo, del cuadrado, o de la cruz igual-armada, o que número básico no sea cuatro o sus múltiplos.
En C.G. Jung esta forma de símbolo debe ser encontrada no solamente en nuestro interior sino también en el exterior. Esto no es mas que el Dios interior que suele manifestarse en un proceso de cambio.
Los mandalas se encuentran en todas las edades y culturas por ser un producto arquetipal del Ser Humano.
El arte espiritual de los Mandalas se originó en la India, y es una herramienta fundamental para la meditación. Su nombre quiere decir "círculo", y todos llevan en algún lugar de su estructura esa figura geométrica. Son dibujos que contienen infinidad de otras formas geométricas: diversos colores y contenidos que representan aspectos del mundo sutil, espiritual o mágico de quien los concibe.
Dentro del yoga la práctica de los mandalas cumple un rol muy útil para los estudiantes ya que, les ayuda a ver claramente los aspectos internos de su vida que deben ser ordenados tanto al nivel de sus centros de energía sutil (chakras), como de su vida material, psicológica, emocional, vocacional y espiritual.
En todas las grandes culturas de la antigüedad, ligadas a la espiritualidad y a la transformación, el círculo representaba lo "eterno, trascendente y absoluto".
El psicólogo suizo Carl Gustav Jung, dedicó parte de su obra a estudiar estos símbolos lo cual se puede ver en su libro “El secreto de la flor de Oro”, donde realiza un profundo estudio sobre los mandalas y su influencia en el inconsciente.
Los mandalas condensan y centralizan las energías del cosmos y de las personas, dándole un sentido armonioso a cualquier situación de caos y confusión, lo cual abre puertas hacia la propia sabiduría espiritual. Es una forma muy efectiva y poderosa de ordenar armoniosamente las energías, ya sean del cosmos, o simplemente de las personas.
Existen cientos de mandalas, algunos de ellos son propios y naturales del universo. Otros son creados a nivel del inconsciente colectivo, de la sabiduría espiritual o de la propia psiquis individual. Algunos mandalas naturales son: los remolinos o vórtices de agua, de viento, la Vía láctea, el sol, la luna, los planetas, etc. Algunos espirituales son por ejemplo: en China el ying y yang, los trigramas del I-ching (el libro de las mutaciones). En la India el símbolo del mantra Om y el Sri Yantra. En América precolombina el Calendario Maya y el símbolo del Kultrún: el tambor ceremonial de las Machis mapuches.
(Sanskrit)
En Jung, el símbolo del centro, de la meta, o del uno mismo como totalidad psíquica; uno mismo-representación de un proceso psíquico del centro; producción de un nuevo centro de la personalidad.
Esto es representado simbólicamente por el círculo, el cuadrado, o la "cuaternidad ", por los arreglos simétricos del número cuatro y sus múltiplos.
Mandala perturbador:
Cualquier forma que se desvía del círculo, del cuadrado, o de la cruz igual-armada, o que número básico no sea cuatro o sus múltiplos.
En C.G. Jung esta forma de símbolo debe ser encontrada no solamente en nuestro interior sino también en el exterior. Esto no es mas que el Dios interior que suele manifestarse en un proceso de cambio.
Los mandalas se encuentran en todas las edades y culturas por ser un producto arquetipal del Ser Humano.
El arte espiritual de los Mandalas se originó en la India, y es una herramienta fundamental para la meditación. Su nombre quiere decir "círculo", y todos llevan en algún lugar de su estructura esa figura geométrica. Son dibujos que contienen infinidad de otras formas geométricas: diversos colores y contenidos que representan aspectos del mundo sutil, espiritual o mágico de quien los concibe.
Dentro del yoga la práctica de los mandalas cumple un rol muy útil para los estudiantes ya que, les ayuda a ver claramente los aspectos internos de su vida que deben ser ordenados tanto al nivel de sus centros de energía sutil (chakras), como de su vida material, psicológica, emocional, vocacional y espiritual.
En todas las grandes culturas de la antigüedad, ligadas a la espiritualidad y a la transformación, el círculo representaba lo "eterno, trascendente y absoluto".
El psicólogo suizo Carl Gustav Jung, dedicó parte de su obra a estudiar estos símbolos lo cual se puede ver en su libro “El secreto de la flor de Oro”, donde realiza un profundo estudio sobre los mandalas y su influencia en el inconsciente.
Los mandalas condensan y centralizan las energías del cosmos y de las personas, dándole un sentido armonioso a cualquier situación de caos y confusión, lo cual abre puertas hacia la propia sabiduría espiritual. Es una forma muy efectiva y poderosa de ordenar armoniosamente las energías, ya sean del cosmos, o simplemente de las personas.
Existen cientos de mandalas, algunos de ellos son propios y naturales del universo. Otros son creados a nivel del inconsciente colectivo, de la sabiduría espiritual o de la propia psiquis individual. Algunos mandalas naturales son: los remolinos o vórtices de agua, de viento, la Vía láctea, el sol, la luna, los planetas, etc. Algunos espirituales son por ejemplo: en China el ying y yang, los trigramas del I-ching (el libro de las mutaciones). En la India el símbolo del mantra Om y el Sri Yantra. En América precolombina el Calendario Maya y el símbolo del Kultrún: el tambor ceremonial de las Machis mapuches.
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Verónica DAgostino
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